Si yo puedo hacerlo… ¡Tú puedes también!

Blog

To view in English go here.

              Obtén el mp3/podcasts de este episodio gratis en iTunes.

– Transcripción 

Bienvenido a «Tu Vida Ilimitada», soy Carlos Marín, autor de «La Fórmula de Éxito Ilimitado», best seller número uno de Amazon. Hoy día tengo algo bien interesante que platicar con ustedes. El día de hoy voy a contestar una pregunta que me han hecho las personas seguidamente, en el transcurso de mis treintaitantos años trabajando con personas para lograr el éxito, y esa pregunta es la siguiente: «Carlos, ¿todo el mundo puede lograr éxito y riquezas, no importa de dónde comienza?».

Yo quiero que tú entiendas bien una cosa: acuérdate bien de mi historia, o si no la has oído anteriormente, te la voy a contar brevemente ahora mismo. Yo nací en Cuba, el día después que Fidel Castro comenzó la Revolución en Cuba. Mis padres y mis hermanas y yo salimos de Cuba cuando yo tenía cuatro años, con sólo una maleta y un billete de $1,000 dólares que mi papá había contrabandeado en el tacón de su zapato. No salimos con nada.

Fuimos para España un año y medio para ver si se terminaba todo el rollo ahí en Cuba y finalmente nos mudamos para los Estados Unidos y llegamos a Charleston, West Virginia. Cubanos en Charleston, West Virginia. Y preguntas quizás: «¿por qué en Charleston, West Virginia y no Miami?» Porque el único pariente que nosotros teníamos aquí en Estados Unidos, que tenía algo establecido, era mi tío que recién se había graduado como médico y se había casado con una enfermera de Charleston, West Virginia y comenzó su práctica allá.

Entonces ahí estábamos. Mi mamá y mi papá trabajando los dos, dos trabajos porque no teníamos suficiente dinero. Mis hermanas y yo empezamos criados por una babysitter americana los primeros cuatro años y pico, cinco años, que se nos olvidó hasta el español durante ese tiempo. Y yo tuve que aprender a pelear, a luchar, porque se burlaban de mí los otros chicos. Vaya, ser cubano en Charleston, West Virginia en el año 1963 no era una cosa fácil.
El punto es que comencé con nada. Yo tuve que aprender a trabajar muy joven, porque como mis papás no tenían suficiente dinero, si yo quería una de esas bicicletas de 10 velocidades como las de mis amigos, yo tenía que lavar carros y cortar hierba de los vecinos para ganar dinero. Si yo quería las camisas esas nick nick que se usaba en ese entonces, yo tenía que trabajar para esas cosas, porque mis papás me daban la ropa de la escuela y la ropa para ir a la iglesia, pero fuera de eso lo tenía que trabajar yo.

Aprendí a trabajar desde joven. Fue lo que yo aprendí, y llegué al punto de tener 25 años y estar trabajando 70, 80 horas a la semana, frustrado, deprimido, porque yo quería riquezas. Yo veía gente que tenía riquezas, que tenía millones, y yo decía: «¿cómo llegaron ahí?». Yo no me daba cuenta en ese entonces, que el problema mío era que yo tenía una mentalidad de víctima. Yo tenía una mentalidad de esas que estaba buscando afuera la razón por la cual yo no estaba donde yo necesitaba estar, y por qué los otros sí estaban, y culpando las circunstancias, condiciones y a otras personas. Pero yo deseaba el éxito tanto, tanto, tanto, que de cierta forma lo conseguí.

Encontré a unos mentores, unas personas que eran multimillonarias, y esas personas me dijeron que me iban a ayudar, que me iban a enseñar cómo hacer lo que ellos hicieron, o sea, lograr esas riquezas. Yo tuve que aprender los principios del éxito y aplicarlos en mi vida. Al principio no fue fácil porque, como te dije, yo tenía mentalidad de víctima, yo estaba culpando a todas las otras personas por mi circunstancias y condiciones, hasta que un día mis mentores me dijeron: «mira, Carlos, entiende bien una cosa: para tener éxito, tú tienes que ser el 100% responsable por tu vida y tus resultados, el éxito tuyo es tu problema, no el de otras personas; el éxito tuyo, la razón por la cual tú lo vas a lograr, la vas a crear tú y no las otras personas».

Primero no me gustó eso para nada, pero yo vi los resultados que tenían esas personas y dije: «sí yo quiero tener esos resultados voy a tener que escuchar», y entonces empecé a aplicar esos principios. Entonces me dijeron: «mira, necesitas un sueño grande, necesitas saber exactamente a dónde vas porque si no sabes a dónde vas, no te va a gustar dónde vas a terminar». Tuve que aprender a crear grandes sueños y fijar metas. Cuando las metas y los sueños no fueron suficiente, me dijeron: «mira Carlos, existe una cosa que se llama el compromiso, y el compromiso es lo que convierte el deseo y el sueño en intención y expectativa de lograrlo», y tuve que aprender a hacer eso.

Tuve que darme cuenta que yo tenía muchas creencias que me estaban bloqueando, muchas creencias que me estaban auto saboteando. Eran dos pasos para adelante, tres pasos para atrás. Tuve que aprender a cambiar las creencias que no me estaban sirviendo, tuve que aprender a conquistar mis propios miedos, tuve que aprender a conquistar mis temores, mis limitaciones. A propósito, tuve que desbloquear todas esas cosas, y entonces tuve que darme cuenta que para lograr el éxito hay que seguir a alguien, hay que seguir un sistema, hay que tener un plan de acción. Entonces tomé prestado el plan de acción de otras personas, esos mentores míos que tenían más éxito que yo, y me puse a tomar acción masiva sobre esos planes de acción. Acción masiva correcta, no solamente masiva.
Entonces te das cuenta de algo: si has leído mi libro, te estoy explicando exactamente la Fórmula de Éxito Ilimitado. Lo que te estoy diciendo es que yo soy un producto de esa fórmula, yo soy un producto de ese sistema y si yo lo puedo hacer, tú lo puedes hacer, cualquiera lo puede hacer.
Finalmente, apliqué el octavo principio que se llama «El principio de serlo», de actuar como si ya eres, ya tienes y ya haces lo que tú deseas en tu vida. Cualquiera, damas y caballeros, puede hacer esto y yo tengo muchas personas que han aprendido estos principios de mí. Uno de mis alumnos fue un muchacho, un cubano que se crio en el comunismo y se fugó de los comunistas en España, regresando de Rusia un día. Entonces, ahí se casó con una muchacha, vino para Estados Unidos y yo lo conocí. Él estaba manejando en un camión de pintura, ganando $12,000, $13,000 dólares al año cuando lo conocí, pero tenía un gran deseo de tener éxito. Él aprendió estos principios, aprendió este sistema. Cuando España abrió el negocio que yo estaba en ese entonces, se mudó para España, creó una organización fenomenal, se hizo multi, multi, multimillonario y fue un tremendo, tremendo ejemplo de estos principios en acción.

Otra alumna fue una actriz en México, que estaba tan en quiebra, que no tenía ni auto. Iba en los autobuses con todo el equipaje para construir su negocio, y si has estado en un autobus en México sabes lo lleno que están esos autobuses. Esa muchacha aplicó los principios en su vida y creó un negocio que hasta el día de hoy es enorme en todo el mundo, no solamente en México.

Otro muchacho que recién vino a uno de mis eventos, y él era el manager de una tienda Lowes, que vende hardware, cosas para la casa, etc., y esa tienda era la número 97 en todo el estado, o sea, casi la última, vendiendo como $900,000 dólares al año. Fue al evento, empezó a aplicar los principios en su vida y en su trabajo, y subió esa tienda del número 97 al número 1 en 18 meses. De $900,000 dólares en ventas a $10.8 millones de dólares en ventas, aplicando estos principios.

El punto es el siguiente: cualquiera puede tener éxito con estos principios. Ninguna de estas personas ni yo éramos personas superdotadas, personas con dos cabezas o tres cerebros. Somos iguales que tú, simplemente teníamos un gran deseo de triunfar, un deseo ardiente de triunfar y por eso buscamos la información, buscamos los principios. Y la buena noticia es que cualquiera puede aplicar estos principios, cualquiera los puede aplicar en su vida y en cualquier área de su vida para lograr cualquier cosa que quiera.

El punto de este show el día de hoy es que tú sí puedes, tú sí puedes. Si yo puedo, tú puedes. Yo no soy mejor que tú. Si yo puedo, tú puedes, y si todavía no tienes mi libro, consíguelo. Ahora mismo tengo la oferta especial donde puedes conseguir el libro gratis, simplemente pagando por el flete y el manejo del libro, solamente eso. Puedes ir al http://laformuladeexitoilimitado.com para conseguir tu libro gratis.

Comparte este show con cinco personas que tú amas, con cinco personas que tú quieres ver triunfar en la vida, y hazte parte de esta comunidad que tenemos en línea para ayudar a empoderar a millones de personas, a lograr su vida ideal y ser absolutamente libres, así que hazlo hoy. Tú sí puedes, acuérdate siempre. No dejes que nadie te robe el sueño, no dejes que nadie te diga que tú no puedes, tú eres un campeón, eres un triunfador, naciste para ser grande.
Hasta la semana que viene. Que Dios te bendiga, y vive Tu Vida Ilimitada.

Signature

 

(10) comments

Add Your Reply
Jamas Te Pierdas Un Video o Artículo de Carlos

Obtén notificaciones de Carlos Marin directamente a tu email y nunca te pierdas un video o artículo.

Tu informacion nunca sera compartida con nadie
x